jueves, 26 de agosto de 2010

Cosas que pasan.

Un día como todos los demás. Lluvioso con sol, pero igual que los demás días. Con dudas preguntas sin respuesta, dolor, cansancio, de todo. Con ganas de correr, de caminar, de huir, de nadar, de pintar, de jugar, de hacer y de no hacer nada. Parece que estoy sin estar, de pensar y no pensar, de hablar y no hablar... he decidido estar en silencio pero dormir sin despertar, tomar un breve receso y despertar quizá hasta después, cuando el tiempo ya no sea tiempo; cuando los días dejen de serlo y cuando las cosas sean distintas, cambiantes en otra esfera del universo, perdido y desamparado; metido en escondrijos que se atormentan de estarlo. Ciclos abiertos y cerrados, espacios vacíos y llenos.. sin fondo, sin entrada ni salida; enfermos vivientes que se bufan de ser felices sin trayecto. Consiguiendo hayar sonrisas y palabras en consuelos andantes. Bitacorizando cada momento ilegible de la vida; quebrantando cada instante que periodo redimido, oculto en lo negro de la que nunca existe; como un triángulo de las bermudas que esta sin estarlo. Perdido. Lacerado. Hueco. Esta solo eso sabemos, de lo demás el tiempo se encarga de aceptarlo y recorrerlo, así como cada persona recorre el sendero sin hacerlo, sin dejar huella ni rastro siquiera; por que al parecer nada importa, todo queda ahí, intacto al contacto. Sin sentido ni pulso propio de vida. Esperando cual navío errado entre el inmenso océano que se pierde al horizonte. Desaparecido cual vil centella titilante en la nada del cielo.Desaparecido como mi alma difunta en la tumba de esta tierra que se ve cada vez más desierta.

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