martes, 16 de noviembre de 2010

Introspecciones

Entre lo razonable y lo ilógico, se encuentra un abismos de preguntas garrafales, sumergidas en las profundidades del alma, que no encuentran entrada ni salida, que suben y bajan, y aun así continúan perdidas. Con locura desmedida atraviesan las grandes grietas de las heridas profanadas desde el interior para seguir lacerando poco a poco, asumiendo el entendido de dar hasta matar. Los momentos de pensar han llegado, la agonía por fin se ha estancado y ya no hay  marcha atrás, recorrer, parar, retroceder, cambiar de rumbo, seguir, intentar, fallecer... el tiempo dice que no hay tal diferencia ya que todos los caminos llegan a la misma locura... el destino ni siquiera se ha molestado en escribir nada, todo pasa en vano, todo se va y se viene sin que le importe a nadie.... las trayectoria indica lo que marcó las vivencias del alma que hoy se duele como nunca... gritando sin que nadie la oiga... gimiendo sin que el suspiro llegue a estremecer un pétalo de rosa.
En los adentros se encuentran las mil y una noches de  buenos recuerdos, vivos, pero dejados olvidados para que el dolor los borre lenta y sigilosamente; en el baúl, solo hay eso y polvo... que nada ni nadie se atreva a pensarlo siquiera, que nadie intente adentrarse en mi ser, por que será demolido junto con los pesares, por que el pensar en la razón dejando el sentimiento es como  envenenarse la vida, intoxicarse de la miseria, y desafanarse de las cosas viriles, pero que dan consuelo. Espectros de vida que matan el amor, que asesinan la esperanza del mañana... seres que sobrepasan los limites de la fidelidad, engañando, mintiendo, satisfaciendo lo ajeno, mal humorando lo bueno...  deseando lo ajeno y robando... toda una ilusión de vida... Mejor es no pensar, ocultar la luna, sepultar el amor, encarcelar la confianza, derrumbar las bases de la fidelidad y el respeto... matar lo único que era vida... en ese espacio que nunca tuvo nada.