martes, 26 de enero de 2010

El fantasma en la carretera

No pasaban de las 10 de la noche, y charlábamos mientras conducía el auto blanco; recuerdo que el clima no estaba muy templado y bajo la sombra de la noche no se escuchaba mas que el susurro del viento entre los arboles y ramas secas a la orilla de la carretera, su crujir no llamaba la atención, pero si al tomar la segunda curva algo nos dejo pasmadas sin aliento.
Sobre la carretera estaba una persona muy delgada, de pantalón y playera obscura sobre su pecho se le notaba una luz pequeña, azul, muy tenue; flotando sobre el pavimento. Fueron solo segundos y atravesamos un frío y una bruma que no dejaba ver mas allá del camino; por el retrovisor se veía seguirnos unos metros con mucha velocidad y de repente... nada. Se esfumo entre la niebla. Desde esa noche que ya no le he visto pero aun esta la neblina que opaca la vista unos cuantos metros.
Yo en cambio no he podido conciliar el sueño, duermo viendo rostros de color rojos sin ojos y escucho lamentos; lugares a los que no he visitado y personas con las que jamás me he topado y toda la noche me la paso huyendo. Por la tardes me llaman a gritos entre el silencio, sigo viendo a este espíritu que no descansa ni me deja tranquila; esperaré solo a que encuentre su entrada o que con otro se valla, o que solo quede parado en la orilla.